Claudio Marcelo fue un militar que pertenecía a una familia muy importante relacionada con el gobierno de la época republicana romana. Ostentó diferentes títulos como el de cónsul (magistrado de alto rango que se encargaba del gobierno y la dirección del ejército), pontifex (sacerdote de alto rango que se encargaba de dirigir la religión estatal romana), general, etc.
Entre otras cosas es también reconocido por ser considerado el fundador de la ciudad de Córdoba, la antigua Corduba romana.
Antes de la llegada de los romanos al territorio que ocupa actualmente la ciudad de Córdoba, se ubicaba allí un poblado íbero que existiría desde el tercer milenio antes de Cristo.
Tras la batalla de Ilipa contra los cartagineses, en el siglo III a.C., los romanos llegan a lo que es Córdoba y allí establecen un campamento militar. Ese campamento evoluciona y se convierte en la ciudad de Corduba de la que muchos historiadores afirman que la funda Claudio Marcelo en el año 169 a. C. Sin duda este señor se dio cuenta del enclave privilegiado de la zona, tanto como nudo de comunicaciones para exportar productos como la plata, el aceite de oliva, el garum, etc., como por lo fértil del terreno para realizar labores de agricultura y ganadería.
Con el tiempo el asentamiento prerromano al que nos referimos antes, se fue diluyendo y la población acabó asentándose en la nueva ciudad romana.
El fundador de Córdoba fue una persona muy reconocida en su época, sobre todo por sus logros militares tanto en Hispania como en otros lugares, lo que le llevó a ostentar diferentes títulos y consideraciones a lo largo de su vida.
En Córdoba la ciudad que fundó y que llegó a ser una capital muy importante tanto en la época romana, por ser capital de la Hispania Ulterior y posteriormente capital de la Bética, como en periodos posteriores de su historia, tiene varios homenajes para reconocer su figura.
Entre ellos destaca el nombre de una de las vías principales que unen el centro de Córdoba con el casco histórico, es la Calle Claudio Marcelo también conocida popularmente como la “calle nueva”. En la parte baja de dicha calle se encuentran los restos del Templo Romano, edificio dedicado al culto imperial y que formaba parte de un conjunto monumental que se ubicaba en esa zona de la ciudad.
En este sentido destaca también una escultura llevada a cabo por el escultor cordobés Marco Augusto Dueñas realizada en mármol de carrara que sobre pedestal representa al fundador en un retrato apoteósico, es decir, semidesnudo, con pose heroica y divinizado. A los pies presenta una cabeza de mujer coronada por una muralla que viene a simbolizar a la ciudad de Córdoba.
Sin duda la ciudad tenía una deuda pendiente con su fundador, que se ha querido saldar con la realización de este monumento. Aunque su ubicación no está exenta de polémica pues muchos cordobeses reclaman que se le dé un lugar mejor a la escultura del fundador, que si bien está a la entrada del Templo Romano un entorno relacionado con Claudio Marcelo, se encuentra algo escondida y para muchas personas pasa completamente desapercibida y siendo el fundador de la ciudad se merecería un lugar más especial.
Sea como fuere la estatua por ahora está ubicada a la entrada del Templo Romano, monumento que se está restaurando con un proyecto muy interesante para hacerlo visitable en su parte interior, lo que pondrá en valor tanto el sitio como la escultura.
Desde Eventour te invitamos a visitar Córdoba y a conocer su interesante historia reflejada a través de sus personajes, monumentos y restos arqueológicos que dejan patente el pasado de la urbe y que poco a poco nos va ilustrando sobre la importancia de la ciudad desde su fundación romana.
Imagen de Carole Raddato