Curiosidades de medina azahara: la ciudad palatina de occidente

Curiosidades de medina azahara: la ciudad palatina de occidentecidente

Sobre Medina Azahara se saben muchas cosas como que la mandó construir el autoproclamado califa omeya Abderramán III en el año 936 y que tras 10 años del comienzo de la ejecución de la obra, dicho gobernante trasladó la corte de Córdoba capital, Qurtuba como se la denominaba entonces, a su nueva ciudad, a Madinat al Zahra, la ciudad brillante. Pero, ¿por qué teniendo una capital de la importancia de Córdoba, que durante cientos de años se fue desarrollando con unas excelentes infraestructuras, complejos palaciegos, etc., decide realizar una nueva ciudad?

Era tradición en la zona oriental del Islam, que cuando a una persona se le proclamaba como califa, se construyera su propia ciudad palaciega. De hecho fueron los Omeyas, tras consolidar su poder como herederos de Mahoma, los que iniciaron esta tendencia de realizar nuevas ciudades como sedes del poder califal o de algún gobernador en un nuevo territorio para ejercer dicho poder en nombre del califa. A esos nuevos núcleos urbanos se trasladaba el califa, su familia, su corte, personas a su servicio etc.

¿Qué es exactamente una ciudad áulica o palatina? Son construcciones llevadas a cabo por los gobernantes para a través de ellas hacer propaganda de su poder, de su influencia, de su riqueza y de subuen gusto, pues suelen ser concebidas como lugares idílicos en los que cualquier persona desearía vivir. Además estos “paraísos arquitectónicos” perduran en la memoria haciendo que la persona que mandó construirlos pase a la historia y no sea olvidado.

Estas ciudades de nueva planta suelen estar a pocos kilómetros de distancia de la urbe principal o la capital y son núcleos muy bien defendidos para garantizar la seguridad del gobernante residente en el lugar.

Como características comunes estas construcciones se rodean de murallas, tienen mezquita aljama, zoco o zona comercial, barrios de artesanos, viviendas de servidores del palacio y por supuesto el conjunto de residencias del gobernante y su familia y las de otros altos dignatarios.

Algunas de ellas con el paso del tiempo se llegaron a convertir en grandes urbes como por ejemplo Amman, Bagdad, etc., pero otras, como por ejemplo Medina Azahara, tuvieron una vida efímera.

En el caso de la ciudad del califa andalusí hay que tener en cuenta otra circunstancia, y es que sus antepasados Omeyas que gobernaban un imperio con sede en Damasco (Siria), fueron derrocados del gobierno tras el golpe de estado llevado a cabo por los Abasíes quienes se hicieron con el poder y trataron de exterminar a los Omeyas, de hecho sólo sobrevivió uno, Abderramán I que huyó hasta Al – Andalus e instauró el conocido como Emirato Independiente con sede en Córdoba. Abderramán III se autoproclama califa en el año 929 y a través de la construcción de su nueva ciudad palatina, de Medina Azahara, quiso demostrar a todo el mundo hasta dónde había llegado la civilización omeya en la Península Ibérica. Quizás quiso saldar la deuda pendiente que tenía con sus antepasados tras el agravio que sufrieron.

Y es por todo ello que se realizó la magnífica construcción de Madinat al Zahra, la ciudad brillante, a la falda de la sierra, inaugurando con ello la tradición de construir estas ciudades de nueva planta en Occidente. De hecho, siguiendo esta costumbre, Almanzor, visir que dirigió el gobierno de Al-Andalus desde finales del siglo X, se construye su propia ciudad palaciega, al Este de la ciudad de Córdoba y a la que llamó Madinat al- Zahira, Medina Alzahira, la “ciudad resplandeciente”, aunque esta no tenía la magnitud ni la extensión de la realizada por Abderramán III.

Si quieres aprender más cosas sobre Medina Azahara, no dudes en realizar una visita con nosotros en la que conocerás la ciudad desde el propio conjunto arqueológico.