El arte de la imaginería es el que desarrolla un tipo de esculturas que tratan de representar temas religiosos cristianos con el fin de que esas imágenes sean devocionales o incluso para sacarlas en procesión.
Juan de Mesa y Velasco fue un imaginero cordobés que nació en la ciudad califal en el año 1583. Tenía clara su vocación y por ello en 1606 decide trasladarse a Sevilla para formar parte del taller del afamado escultor sevillano Martínez Montañés para así continuar su formación. Es en la ciudad hispalense donde contrajo matrimonio y donde se asienta y allí establece su taller en la Plaza de San Martín.
Fue un creador muy destacado y productivo llegando rápidamente a superar a su maestro. No se conoce el motivo de por qué durante alrededor de 200 años muchas de sus obras fueron atribuidas a su maestro cosa que hizo que pasara muy desapercibido pero por suerte esta circunstancia cambió y actualmente este autor está reconocido como uno de los grandes maestros de la imaginería barroca andaluza.
Principalmente se dedicó a hacer imágenes procesionales destacando sobretodo sus Cristos con unas expresiones muy realistas, algo que fue muy novedoso en la época, destacando también su perfecta anatomía. En las imágenes vestidas presenta paños muy abultados que dan movimiento y dramatismo a las esculturas.
Pero desgraciadamente esta vida tan productiva terminó muy pronto pues este artista falleció en su casa de Sevilla en el año 1627 con tan sólo 44 años. Justo el día de su muerte terminó de redactar su testamento en el que afirmaba estar “enfermo de cuerpo y sano de voluntad”.
Dejó para la posteridad grandes creaciones como el famoso Cristo del Gran Poder que procesiona la madrugada del Viernes Santo por las calles de Sevilla o su obra póstuma, para muchos la mejor que realizó, la Virgen de las Angustias encargada por los agustinos cordobeses y que hace estación de penitencia los Jueves Santos por las calles de la ciudad que vio nacer a este artista, Córdoba.
Nuestra Señora de las Angustias Coronada es la imagen titular que forma parte de un grupo escultórico formado por ella misma y la imagen de su hijo, Cristo, muerto en sus brazos, siendo una de las imágenes de la Piedad más bellas realizadas. La expresión de la madre abrazando a su hijo fallecido muestra un gran dolor que no oculta la belleza del rostro de esta Virgen por el que le caen unas realistas lágrimas que ensalzan aún más si cabe la dolorosa escena.
Esta fue la última obra que realizó el escultor Juan de Mesa, afirmando en el mencionado testamento que está inacabada pero que no le quedaban más de tres días de trabajo para finalizarla.
La ciudad de Córdoba quiso homenajear a este destacado imaginero a través de una escultura ubicada en el lateral de la iglesia de San Pedro, donde fue bautizado. El monumento fue realizado por Juan Manuel Belmonte y en él se representa a Juan de Mesa pensativo tras el cuál como en un ensueño se observa el grupo escultórico de la Virgen de las Angustias, el brazo del Cristo cae hacia fuera rozando con un dedo de la mano al imaginero cordobés mandándole así la inspiración para crear su última obra.
Muchos cordobeses y visitantes de la ciudad están deseando que llegue la Semana Santa para poder ver en la calle la Hermandad de la Virgen de las Angustias y el paso que luce este conjunto escultórico inigualable.
Sin duda si estás visitando Córdoba en Semana Santa te recomendamos ver esta procesión y además si quieres conocer más a fondo la ciudad, hacer una visita guiada con nosotros, pues desde Eventour estaremos encantados de enseñarte Córdoba.