Lucio Anneo Séneca, también conocido como Séneca el Joven, fue un personaje muy influyente en Roma durante el primer siglo de nuestra era. Nació en Córdoba en el año 4 a. C., en el seno de una familia patricia, y murió en Roma en el año 65 d.C.
Fue un hombre muy polifacético que destacó como orador, político (cuestor, pretor, y senador), escritor y como filósofo. Su pensamiento se engloba dentro del estoicismo, es decir, una corriente filosófica a través de la cual se pretende no valorar tanto lo material y sí la sabiduría a través de la que debes dominar tu alma y no dejarte arrastrar por tus pasiones y deseos que hacen que te alejes del bien. Los estoicos proclamaban que la vida debe estar regida por la razón y la virtud para así llegar a ser una buena persona y alcanzar la felicidad dentro de la sociedad. Estos estoicos empezaron a valorar a cada ser humano como miembro de una familia universal. Este pensamiento dentro de una cultura esclavista como lo era la romana, fue muy innovador y caló en diferentes sectores de la sociedad de la época allanando así, posteriormente, la entrada del cristianismo.
La obra de Séneca fue muy influyente en diferentes periodos históricos en los que podemos ver como multitud de destacados pensadores, tienen en cuenta su ética, su moralismo, sus ideas, etc. En este sentido cabe mencionar a figuras tan conocidas como San Agustín, Erasmo de Rotterdam, Calvino, Descartes, etc., los cuales valoraron la obra y aportaciones de las ideas de Séneca.
Este personaje tan influyente tuvo una vida bastante interesante y hoy en día aún se le recuerda, es por ello que en Córdoba se le hizo un homenaje a través de una preciosa escultura en bronce, que no hay que dejar de visitar, realizada por Amadeo Ruiz Olmos y que luce esbelta en la Puerta de Almodóvar recordando a este ilustre y antiguo ciudadano de una época gloriosa de nuestra historia.