Hasday ibn Shaprut

hasday ibn shaprut

Hoy dedicamos nuestro post a uno de los personajes más influyentes y fascinantes de la Córdoba califal: Hasday ibn Shaprut.

Nació en Jaén, en el seno de una influyente familia judía. Siendo aún muy joven viaja a la capital de Al-Ándalus, donde desarrollará una exitosa carrera bajo la protección del califa Abderramán III y más tarde de su hijo, Alhakén II.

Miembro destacado de la comunidad judía, desarrolló una gran labor como embajador y médico personal del califa. Fue también un reputado traductor de obras científicas y médicas debido a su gran destreza con los idiomas, destacando el árabe, el hebreo, el romance y el latín. Este último era especialmente importante para poder comunicarse con los monarcas del norte de la península.
En el plano administrativo ostentó importantes cargos: dotado de sobresalientes habilidades financieras, llegó a ser jefe de las aduanas. Supervisaba, entre otros, los impuestos de barcos que entraban y salían de Al-Ándalus y que suponían una buena parte de los ingresos del califato.

Como embajador del califa organizó y asistió personalmente a visitantes de gran importancia en Medina Azahara, como al embajador Juan de Gorze, emisario del emperador Otón. En este caso las relaciones entre los dos monarcas estaban tensas debido intereses comerciales y estratégicos. La situación empeoró más debido a filtraciones de unas cartas en las que se menospreciaban sus respectivas religiones. Hasday hizo gala de sus extraordinarias capacidades diplomáticas consiguiendo la reconciliación y el cierre de importantes acuerdos comerciales. Tiempo después, Juan de Gorze llegó a declarar el no haber conocido a un hombre de inteligencia tan sutil como la del judío.

Quizá la más famosa de las embajadas a las que estuvo al cargo Hasday fue la que le llevo hasta Pamplona, respondiendo a la petición de auxilio de la reina Toda de Navarra. Su nieto Sancho I, apodado “el craso”, había engordado tanto que era objeto de burlas, mofas y apenas podía montar a caballo.

Ordoño IV, apodado como “el malo”, arrebató a este el trono del reino de León. La función de Hasday en semejante tesitura fue la de político, diplomático y médico.

Se cree que el astuto Hasday acepto ayudar a la reina y adelgazar a su malogrado nieto, pero siempre con la condición de que Sancho hiciera parte del camino a pie. Hoy en día a nadie se le escapa que al cumplir dicha condición, el destronado rey llegaría a Córdoba algo más delgado.

Hasday cumplió con su palabra usando técnicas, sofisticadas unas veces, un tanto drásticas otras, pero el resultado fue un éxito y Sancho consiguió una importante reducción de peso. Más tarde las tropas pamplonesas recuperarían su corona con el apoyo de un importante contingente musulmán, sellando así una alianza entre el reino de León y el califato de Córdoba. Es justo decir que dicha alianza no tardaría en ser traicionada por parte del rey Sancho, aunque esta ya es otra historia.

En el plano de la medicina, mención especial merece la recuperación de la formula de la famosa Triaca (Theriaca): medicina polivalente y antivenenos conocida desde tiempos de la antigua Grecia. La receta se perdió tras la caída del Imperio Romano.

Su versión de tan preciada medicina es la Triaca Magna, reformulada por Andrómaco, médico de Nerón, en la que sustituía la carne de lagarto por carne de víbora. Parece ser que así su eficacia contra el veneno de serpiente aumentaba, lo cual era especialmente ansiado por Abderramán III, que las temía especialmente.

Hoy en día una calle junto al barrio de la judería y de la muralla occidental de la antigua medina recuerda a tan magno personaje jienense de nacimiento y cordobés de adopción. Esta calle se encuentra muy cerca del antiguo alcázar califal, que probablemente tanto frecuentó.

Si quieres saber más sobre nuestra historia y la historia de nuestra ciudad, esperamos tu visita a nuestro blog cada viernes. Desde Eventour Córdoba, queremos promover la cultura y acercarte a cada rincón de Córdoba. Os esperamos en nuestra próxima entrada.