En época de dominación islámica Córdoba contaba con un cinturón defensivo compuesto por torres vigías con capacidad de comunicarse entre ellas de día mediante humo y de noche mediante señales luminosas.
Una de las más impresionantes es la llamada Torre del Beato, en Sierra Morena. Cerca del Cortijo de la Soledad encontramos un sendero que pasa desapercibido para el que no conozca su ubicación. Si nos adentramos en él, tras andar unos minutos nos sobrecoge la visión imponente de una torre de 9 metros de altitud conservada como si el tiempo para ella se hubiera congelado.
Se trata de una torre de planta casi cuadrada construida con mampuestos enlucidos con mortero de cal y arena y reforzada de sillares bien tallados en sus vértices exteriores. Sorprende su coronación de almenas sirias con las que podemos relacionarla con otros edificios de época emiral, como la mezquita aljama de Córdoba.
En el interior la torre se divide en 2 plantas aparte de la azotea que coronan las almenas. La primera estancia está cubierta por una bóveda de ladrillo en la cual se abre el acceso a la segunda planta a través de una escalera adosada al muro. Desde su parte superior, resguardados entre almenas (Algunas de las cuales yacen esparcidas por el suelo, rendidas ya al paso del tiempo) los vigías podían divisar torres cercanas como la de las Palomas o la de las Siete Esquinas y vigilar los caminos que seguían los minerales extraídos de las entrañas mismas de la montaña.
Este tesoro espera aún sorprender a muchos senderistas, curiosos, ciclista y personas que buscan el descanso de la naturaleza entre los muchos que caminos que jalonan Sierra Morena.