Monumento a los enamorados: El amor de Ibn Zaydun y la princesa Wallada

En la ciudad de Córdoba en los jardines del Campo Santo de los Mártires, a las puertas de la Judería, hay un monumento de unas manos cobijadas bajo un pequeño templete que los cordobeses le llaman «el monumento de las manos«. En esta obra, inaugurada en el año 1971, participaron el arquitecto Víctor Escribano y el escultor Pablo Yusti y con ella se quiso hacer un homenaje a la historia de amor de dos personajes de la época omeya, el poeta Ibn Zaydun y la princesa Wallada.

Él poeta y ella poetisa, no escondían su historia de amor y por ello se escribían poemas románticos el uno al otro. Fueron muy influyentes en la poesía de la época debido sobre todo al cambio de estilo que le dieron al género de poesía amorosa.

Pero desgraciadamente esta historia no terminó nada bien, pues según se dice Ibn Zaydum tuvo una «aventura» con una esclava y Wallada al enterarse de ello terminó sus relaciones con él. A pesar de ello siguió escribiendo poemas dedicados a su ya antiguo amante, pero no eran románticos precisamente, si no que a través de ellos lo criticaba, de ahí su célebre “Poema de los Siente Insultos”.

Se cuenta que Ibn Zaydum estuvo el resto de su vida intentando congraciarse con ella, pero Wallada no quiso retomar la relación. La princesa tuvo otros amantes pero nunca volvió con el poeta.

La historia de ambos fue muy sonada en la época y por ello inspiró a muchos escritores y poetas. Además Wallada fue el símbolo de la princesa rebelde. Realmente fue una mujer independiente y culta: se cuenta que instaló en su casa un salón en el que daba clases a mujeres jovenes y era un lugar de encuentro para personas relacionadas con la cultura cordobesa de la época.

Fue una mujer libre y que intentó vivir como quiso, gestionándose ella misma su propia fortuna, cosa que no era habitual entre las mujeres de clase alta a las que les gestionaba el dinero algún hombre.

La princesa Wallada tenía un lema que según se dice llevaba bordado en sus ropas e incluso tatuado en su piel, y decía así: “Por Dios merezco la grandeza y sigo orgullosa mi camino, doy mi mejilla a mi enamorado y mis besos a quien los quiera”. Sin duda estas palabras podían ser consiseradas una provocación en su época.

Si estás visitando Córdoba seguro que pasarás muy cerca de este monumento ya que está ubicado junto a los Baños del Alcázar Califal, los que formaron parte del primer alcázar construido por los omeyas en la ciudad y eran de uso exclusivo para el califa y su familia, y junto al Alcázar de los Reyes Cristianos construido en el siglo XIV y que es uno de los monumentos más visitado de la ciudad de Córdoba principalmente por la belleza de sus jardines.

También se encuentra muy cerca del barrio de San Basilio, uno de los más populares y más concurridos durante el Festival de Patios de Córdoba que se celebra en Mayo y fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.

No hay excusa para no pasar cerca de este monumento al amor en el que además podrás leer una muestra de los poemas que entre ambos se escribían.

También puedes realizar una visita guiada con nosotros, Eventour, en la que estaremos encantados de llevarte a conocerlo y hablarte de la historia de sus protagonistas, el poeta ibn Zaydun y la princesa Wallada.