¡Tú cara me suena!
Paseando por las calles de Córdoba, buscando un recuerdo que llevar a algún familiar o solo un recuerdo que llevarse de forma personal de vuelta a casa, podemos encontrarnos en varias ocasiones con el retrato de una mujer muy especial:
Córdoba puede ser muchas cosas y casi todas estas cosas están retratadas en las obras que llevo a cabo este artista cordobés. Si aun no sabes de quién hablamos deja que te lo presentemos con nombre y todos sus apellidos: Julio Romero de Torres. Alguno habrá continuado el nombre con la famosa copla, aquella que dice “pintó a la mujer morena” porque efectivamente eso hizo, pero no se quedó ahí.
La pintura de Romero de Torres ha quedado muy denostada estos últimos tiempos, considerando que retrata a una España que no existe, pero nada más lejos de la realidad. Romero de Torres no es solo un retratista, refleja también en sus cuadros sentimientos tan universales como el amor, la pasión e incluso la muerte.
Es cierto que en muchas de sus pinturas lo que impera es la sensualidad, pero no podemos quedarnos en la superficie. Las mujeres le gustaron siempre, pero el amor que prevalecía por sobre todas las cosas era el amor por esta ciudad que, salvo en contadas excepciones, era protagonista permanente en su producción artística.
Como buen cordobés, Julio Romero de Torres se marcho de este mundo en el mes de mayo, convirtiendo su funeral en una ocasión para que todo el mundo saliera a la calle a celebrar su vida.
La próxima vez que encuentres una postal en una tienda de souvenirs de una mujer morena con una mirada expresiva y penetrante, ya sabes que esconde detrás de la superficie.
