Manuel Laureano Rodríguez Sánchez, popularmente conocido como “Manolete,” nació en Córdoba el 4 de Julio de 1917 en el seno de una familia con arraigo taurino pues fue hijo, sobrino y nieto de toreros y banderilleros. Criándose en esa familia, como no podía ser de otra manera, mostró interés por el mundo de los toros desde muy joven.
En aquella época los jóvenes tenían su primer contacto con estos animales en el llamado “matadero viejo” que se ubicaba en parte de lo que hoy son los jardines de Colón y que antaño albergaban una plaza de toros en lo que se conocía como el Campo de la Merced. Justo al lado nos encontramos el barrio de Santa Marina, de tradición torera y donde se encuentra la Plaza de la Lagunilla en la que se ubicaba la casa donde el joven Manolete se crió y vivió sus primeros triunfos, pero desgraciadamente la casa fue víctima del urbanismo salvaje de los años 60 y 70 y no se conserva.
El joven también se formó en tentaderos ubicados en diferentes cortijos como por ejemplo el que había en la finca “el Lobato” donde se dice que tras ver las buenas aptitudes que tenía para el toreo, el dueño de la finca lo recomendó para que se formara en la Escuela Taurina de Montilla. Esto hace que participe en diferentes becerradas y espectáculos taurinos siendo su debut como novillero en la Plaza de Toros de Cabra el 16 de Abril de 1933, junto a la novillera Juanita Cruz y su primo y también novillero conocido como “Bebe Chico”.
Toma la alternativa el 2 de Julio de 1939 en la Real Maestranza de Sevilla confirmándola en la Plaza de las Ventas de Madrid el 12 de Octubre de ese mismo año. A partir de entonces se convierte en figura de primera fila en el mundo del toreo, para muchos es considerado el mejor torero que jamás ha existido. Llenaba las plazas tanto en España como en otros países destacando sus éxitos sobretodo en México.
Esta exitosa carrera se truncó el 28 de Agosto de 1947 cuando el miura Islero corneó al diestro en la Plaza de Toros de Linares (Jaén). La grave cornada de 20 centímetros en el muslo derecho alcanzó el Triángulo de Scarpa causando una gran hemorragia. Siempre se ha dicho que ese fue el motivo de la muerte del diestro, pero en el año 1997, el doctor Fabián Garrido, hijo de Fernando Garrido, uno de los médicos que atendió a Manolete tras la cogida afirmó que la muerte del diestro no fue por una hemorragia. Al parecer lo operaron con éxito y lograron estabilizarlo pero cuando llegó desde Madrid el doctor Luis Jiménez Guinea le administró un plasma Noruego que estaba en malas condiciones y fue el que poco a poco apagó al diestro hasta que le causó la muerte.
En Córdoba, su ciudad natal, es considerado el IV califa del toreo y la ciudad tiene diferentes monumentos para homenajearle. Entre ellos destaca el ubicado en la Plaza Conde de Priego frente a la iglesia de Santa Marina que da nombre al barrio torero por excelencia de Córdoba, y fue realizado por el escultor Manuel Álvarez Laviada inaugurándose el mismo en 1956.
Incluso hay un dulce que lleva su nombre, el “Manolete” una versión más reducida del típico pastel cordobés y que se puede encontrar en múltiples confiterías y pastelerías cordobesas.
El diestro fue enterrado en el cementerio de la Salud de la ciudad califal, donde se puede visitar su monumento funerario.
Desde Eventour te recomendamos dar un paseo por la ciudad de Córdoba para que puedas ver de primera mano los diferentes monumentos que la ciudad le dedicó a su diestro más universal.