Córdoba es conocida, entre otras cosas, por ser una ciudad en la que convivieron las llamadas tres culturas, es decir, la cristiana, la musulmana y la judía. Esta última, la cultura judía, es la más desconocida a pesar de que fue la que más tiempo estuvo en nuestro territorio.
Los judíos que vivían aquí fueron los sefardís, llamados así por proceder de Sefarad, que era como ellos llamaban a la Península Ibérica, este término significa “fin del mundo”. Los sefardís llevaban aquí desde la época romana y estuvieron viviendo en este territorio hasta que fueron expulsados a través del Decreto de Expulsión de los Judíos llevado a cabo por los Reyes Católicos en 1492.
Fueron más de mil años en los que estos sefardís vivieron aquí, poco a poco vamos descubriendo lo rica que fue esta cultura y, a pesar de que muchas personas lo desconozcan, el legado tan rico que aún perdura entre nosotros. Y de ese legado destacaron muchas mentes brillantes como la del personaje que nos ocupa hoy, Maimónides.
En el mes de marzo del año 1135 nació en Córdoba Moshé ben Maimón, es decir, Moisés hijo de Maimón, quien fue conocido como Maimónides.
Maimónides nació en el seno de una familia de juristas muy importante de la ciudad de Córdoba y se crió en un ambiente cultural bastante bueno, pero por desgracia tuvo lugar la invasión de los radicales religiosos almohades y su familia decidió emigrar. Consiguieron salir de la Península para llegar a Fez (Marruecos), pero poco después tuvieron que huir de allí también y siguieron viajando por el norte de África para finalmente establecerse en Fustat que es el actual El Cairo de Egipto, donde destacó como médico llegando a ejercer en la corte de Saladino que era el gobernante de Egipto por aquel entonces.
Fue un médico muy avanzado para la época pues consideraba que con una buena alimentación y haciendo un poco de ejercicio las personas podrían llegar a no enfermar, de ahí que entre los numerosos escritos y tratados que escribió a lo largo de su longeva vida, alguno lo dedicara a la alimentación enumerando las propiedades beneficiosas y perjudiciales que tenían diferentes alimentos.
También destacó como filósofo y por los estudios religiosos que realizó, en este sentido destacan sus obras Mishneh Torah y la Guía de los Perplejos. En ellas expresa su pensamiento muy vinculado a la religión a la par que a la razón, él intentó que ambas disciplinas fueran de la mano, en este sentido se sentía discípulo de Averroes, filosofó andalusí, al igual que él, pero con la diferencia de que éste era musulmán. Ambos tenían un pensamiento e ideas parecidas y ambos influyeron en el pensamiento tanto medieval como de épocas posteriores como la renacentista etc.
Maimónides murió en el mes de Diciembre de 1204, con casi 70 años, en Fustat, actual ciudad de El Cairo. Su fallecimiento fue muy sentido tanto por la comunidad judía como por la musulmana. Fue enterrado en el Lago Tiberiades donde actualmente se puede visitar su monumento funerario.
Los judíos siguen valorando su figura destacándolo como una de las personas más importantes de la historia del judaísmo. Muchos se refieren a él como “Rambam” acrónimo de Rabí Moshé ben Maimón.
En Córdoba, la ciudad que le vió nacer, tiene dedicada una plaza y muy cerca de ella hay otra más pequeñita llamada Plaza de Tiberiades, donde se puede disfrutar de la excelente escultura de Maimónides realizada en los años 60 del siglo XX en bronce por el escultor Amadeo Ruiz Olmos.
Si estás visitando la ciudad de Córdoba, no puede faltar un paseo por su judería por lo que te recomendamos hacer una de nuestras visitas guiadas para así transportarte al pasado judío de la capital andalusí.