MENÚ DEGUSTACIÓN CORDOBÉS
Córdoba es conocida por tener cuatro declaraciones Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO pero su gastronomía también es digna de reseña. ¿Qué platos y qué bebidas no te puedes perder al visitar la ciudad?
¡Acompáñanos en esta degustación!
Todo buen menú comienza con unos entrantes. Es imprescindible un rico salmorejo, un plato que se sirve frío y decorado con huevo cocido troceado, jamón en daditos y un chorro de aceite de oliva. Seguimos con las berenjenas fritas con miel de caña. A simple vista, podría parecer un plato sencillo pero cada restaurante encuentra una manera original de presentarlo, adaptado a todos los gustos. El contraste entre los matices dulces de la miel de caña y el sabor salado de las berenjenas fritas, hace que muchos crean que su origen sea andalusí.
Como plato fuerte serviremos un exquisito rabo de toro. Los verdaderos restaurantes que saben cómo guisarlo y cómo prepararlo te lo servirán siempre con el hueso. ¿El motivo? La carne de rabo de toro es tan suave y melosa que se estropearía su calidad si se limpiara del hueso antes de servir al comensal.
De segundo, un flamenquín. Este consiste en un filete de cerdo enrollado con una loncha de jamón, empanado y frito. Su jugosidad y sabor no te dejarán indiferente.
Como postre tomaremos un maravilloso pastel cordobés. Sus principales ingredientes son el hojaldre y el cabello de ángel.
Y… para beber un vino de denominación de origen Montilla-Moriles, dos localidades de la provincia de Córdoba. ¡Ojo! Disfrutadlo con precaución pues este vino engaña y no es tan ligero como su color dorado nos haría pensar. Os dejamos un par de consejos para que lo pidáis como auténticos cordobeses:
Para saber qué cantidad nos vamos a tomar, lo mediremos en cuartillos. Medio cuartillo sería el catavino hasta arriba. Por eso oiréis que la gente pide un medio y les traen la copa llena.
¿Lo quieres monárquico o republicano? No es una cuestión de política pero marca la diferencia. Si queréis un medio republicano, la copa estará llena hasta el filo. Si, por el contrario, lo pedís monárquico, el vino se quedará a unos milímetros del filo creando una “corona”.
¿Os habéis quedado con hambre y queréis seguir degustando los placeres gastronómicos de la ciudad? Contactadnos por mail, teléfono o WhatsApp y estaremos encantados de ofreceros una buena visita guiada que complemente vuestra experiencia gastronómica en la ciudad.